Con este dicho popular, quiero reflejar de una manera muy expresiva, el poder que tenía el Santo oficio sobre la población, y sobre todo en Literatura, Arte, Historia, etc., equiparando el poder del rey, siendo el del rey en aquella época, un poder absoluto de origen divino.

10. Leyenda Negra de la Inquisición española

Durante todas las entradas realizadas hasta ahora, he pretendido dar una visión diferente de la inquisición no solo como una institución que perseguía a los ciudadanos, sino que sus pretensiones iban más allá, y como hemos visto sus ojos también se centraron en la literatura y en el arte.
Con este nuevo punto, lo que pretendo es que se tenga una visión más amplia del concepto de inquisición y que se tenga una idea propia sin hacer caso a viejas fábulas y leyendas. El concepto de Leyenda negra para denominar a la Inquisición española viene utilizado por autores que consideran la existencia de una imagen fantaseada o exagerada de la Inquisición española como epítome del terror y la barbarie humana. Como tal, forma parte de la leyenda negra española y es una de sus fracciones más recurrentes. Algunos autores la definen como “un cuerpo de leyendas y mitos que, entre los siglos XVI y XX, establece el carácter percibido de los tribunales inquisitoriales y que han influido sobre todo intento posterior de recuperar la realidad histórica”. En los primeros tiempos de la Inquisición, se sabe que hubo críticas al Tribunal, como se puede leer en los archivos de la misma Inquisición; pero estas críticas no se consideran como pertenecientes a la Leyenda Negra. Por ejemplo, Alonso de Virués, humanista y obispo, criticaba en 1542 la intolerancia y a aquellos que usan las cadenas y el hacha para cambiar la disposición del alma; Luis de Granada criticaba en 1542 a los que por celo equívoco cometen pecados contra moros, judíos o gentiles; Juan de Mariana, a pesar de apoyar a la Inquisición, criticaba la conversión forzada y la creencia en la limpieza de sangre. Se considera que a partir del siglo XVIII, y gracias a los contactos extranjeros, comenzó a aparecer la leyenda negra de la Inquisición. La libertad religiosa y de pensamiento de Francia era mirada con interés, y las víctimas iniciales, conversas y moriscas, habían desaparecido. Empezaron a aparecer intelectuales ilustrados, como Pablo Olavide y más tarde Campomanes y Jovellanos, que echaba en cara a la Inquisición el injusto trato dado a los conversos. A comienzos del siglo XIX, aparece en España y Francia una escuela de historiadores liberales, los primeros en hablar de la decadencia española, que consideraba responsable a la Inquisición de esta decadencia económica y cultural, y de todos los males que aquejaban al país. Otros historiadores europeos retomarían el tema más tarde, y esta posición puede seguir observándose en la actualidad. Esta escuela de pensamiento afirmaba que la expulsión de los judíos y la persecución de los conversos habrían llevado al empobrecimiento y la decadencia de España, además de la destrucción de la clase media. Este tipo de autores son los que harían exclamar a Menéndez Pelayo:
¿Por qué no había industria en España? Por la Inquisición. ¿Por qué somos holgazanes los españoles? Por la Inquisición. ¿Por qué duermen los españoles la siesta? Por la Inquisición. ¿Por qué hay corridas de toros en España? Por la Inquisición.
Lo pretendido con esta entrada, es dar un punto de reflexión al pensamiento histórico sobre el tema de la inquisición, ya que durante mucho tiempo se ha querido dar una visión, quizá un tanto fantástico, quizás porque sea esto lo que llame más la atención a los ciudadanos interesados por este tema. Por tanto, lo que busco con esto es que el historiador de una visión lo más cercana a la realidad sin intentar ver cosas donde no las hay, y no buscar los hechos históricos por su relevancia social sino por su importancia en establecer una historia limpia y real.

Bibliografía
Kamen, H. La Inquisición española: una revisión histórica. Editorial Crítica, 2005.